16 mayo 2013

PARIS- EURODISNEY

Todavía recuerdo cómo mis padres nos dijeron que nos íbamos a Eurodisney.




Era un 11 de agosto de hace 5 años y habíamos celebrado el santo de mi hermana con mis abuelos, mis tíos y mis primas en la playa.

Por la noche, mi hermana no podía dormir y cuando yo me levanté para beber agua, ella se metió en mi cama. No me imaginaba que ella pudiera estar allí y, como no encendí la luz para no despertarla, al acostarme y notar la presencia de una persona en la cama, empecé a gritar. Alarmados, mis padres acudieron a la habitación para saber qué pasaba. Mi corazón palpitaba muy deprisa y mi hermana también lloraba del susto. Al explicar lo que había pasado, y cuando creíamos que iban a reñirnos, de repente nos dijeron: Ahora sí vais a gritar pero de alegría, porque... !Mañana nos vamos a Eurodisney!.
En ese momento entendí porqué nos habían hecho los DNI meses atrás y aquellas conversaciones misteriosas entre ellos. Querían que fuera una auténtica sorpresa y así fue, ya que no lo sabían ni mis abuelos.

Ya no pude dormir en toda la noche, lo que me vino muy bien para descansar en el avión. Me pasé todo el trayecto durmiendo, desde que me abroché el cinturón hasta que aterrizamos. Las dos horas que duraba el vuelo pasaron en 1 segundo, o al menos, así lo viví.





Lupe, la hija de un amigo de mi madre, trabajaba de recepcionista en Eurodisney y se encargó de gestionar la reserva en el Hotel New York. Como estaba dentro del Parque, andando, en un momento,  llegábamos a todos los sitios sin necesidad de esperar autobuses. Os dejo una foto en la que se aprecia el paisaje que veíamos desde la ventana del Hotel, incluido Globo.




Fueron tres días maravillosos. Nos hicimos fotos con Mickey, subimos a todas las atracciones y visitamos todos los castillos. Realmente, parecía que estábamos en el mundo Disney. 




Una de las actividades que más me gustó, fue el desfile que hicieron todos los personajes por la noche, con las carrozas iluminadas y con el castillo de fuegos artificiales. !No os lo podéis perder!.




Lupe también nos llevó a París. Tal y como nos advirtió, se formaban grandes colas para subir a la Torre Eiffel, pero la espera valió la pena. Desde la parte más alta, se ven los Campos Elíseos y toda la ciudad. Cuando acabamos de hacer todas las fotos, fuimos a ver el Arco de Triunfo y visitar Notre Damme (a   mí me gustó más la parte posterior).





Queríamos coger un barco para dar un paseo por el Sena, pero empezó a llover. Decidimos que París se merecía que organizáramos un viaje sólo para disfrutar de todos los encantos de esta ciudad, y así lo prometimos todos.
Regresamos justo para cenar e irnos a dormir, porque al día siguiente el avión salía temprano del aeropuerto.

Curiosamente, vimos las mismas familias que partieron desde Valencia, con las mismas gorras y sombreros que vimos en las tiendas de Eurodisney. Todos teníamos la misma expresión de felicidad y tristeza al mismo tiempo, ya que se había cumplido (y acabado) un sueño.




La conexión París- Valencia es muy buena y rápida. Si organizas el viaje con tiempo, se pueden encontrar precios económicos con buenas compañías. Por eso, si tenéis niños, no podéis dejar pasar este viaje. Y si no los tenéis, tampoco, porque disfrutareis como ellos.


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